Vandalismo Político: Preguntas Sin Respuesta

Nuestra ciudad enfrenta una problemática que va más allá de colores partidarios y rivalidades políticas. El vandalismo político ha tomado nuestras calles como un lienzo sin permiso, dejando a su paso carteles mal colocados y pintadas irresponsables que dañan nuestra estética urbana y ponen en riesgo la seguridad de todos los ciudadanos.

Cuestionamientos sin Respuesta:

¿Tienen autorización? Los carteles políticos que inundan nuestras calles, ¿cuentan con los permisos necesarios para ser colocados? ¿O se han convertido en un acto de desafío a las normativas y respeto por lo público?

¿Pagan la tasa por derecho de publicidad? El espacio público es de todos, y su uso

conlleva responsabilidades. ¿Los actores políticos pagan la tasa correspondiente por utilizarlo como medio de propaganda?

¿Qué ocurre con la seguridad? Los carteles políticos colocados al borde del cordón representan un peligro inminente. ¿Quién se hace responsable si una moto, auto o peatón resulta afectado por un cartel mal ubicado?

¿Cómo se restauran los daños? Las paredes rayadas y columnas dañadas por el alambre de los carteles políticos, ¿serán restauradas una vez finalizadas las elecciones? ¿O quedaremos con un legado de desorden y abandono en nuestras calles?

¿Es el diálogo una utopía? Los enfrentamientos entre actores políticos que pintan unos sobre otros, ¿demuestran la falta de respeto y la ausencia de un verdadero diálogo y tolerancia en nuestra sociedad?

¿Quién se encarga de las pintadas? Las pintadas que ensucian nuestras fachadas y muros, ¿son tapadas entre ellos mismos para no respetar el patrimonio de los vecinos?

¿Por qué no se recogen los papeles arrancados? Cuando las pintadas de los políticos son tapadas por los carteles del cine del show de piñon fijo, y los politicos los “retiran” para dar lugar a pintadas, ni siquiera juntan los papeles arrancados, quedan desparramados por el suelo.

Es hora de que las autoridades, los actores políticos y la comunidad asuman la responsabilidad de responder a estas preguntas. No podemos quedarnos en la pasividad y permitir que el vandalismo político degrade nuestra ciudad y ponga en peligro a sus ciudadanos.

Exigimos transparencia y respeto. Instamos a los medios de comunicación a llevar esta problemática a la luz pública, para que la comunidad esté informada y se sume a esta lucha por una ciudad más respetuosa y libre de vandalismo político.

Solo con la colaboración de todos podremos cambiar esta realidad y proteger nuestra ciudad. Es hora de alzar la voz y exigir un compromiso real con el espacio público y la convivencia ciudadana. Juntos, podemos marcar la diferencia y construir un futuro en el que prevalezca el respeto, la seguridad y la belleza de nuestra comunidad.

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