Por Antonela Schettino
El Estado no acciona porque responde a intereses políticos, siendo cómplice y revictimizante.
Este escrito es un resumen de todo lo que pasa en cuestiones de género.
Este mes hubo un femicidio en Chacabuco y no pasó desapercibido.
Es el quinto en la ciudad, cinco mujeres han fallecido en manos de femicidas.
¿Los responsables? Los hijos sanos del patriarcado y el Estado nacional, provincial y municipal.
Cinco muertes, ni una sola política destinada a paliar los femicidios locales. Hemos sido las mujeres quienes nos hemos cuidado entre nosotras.
El Estado no acciona ni aplica las herramientas necesarias, esto se debe a que responde a intereses políticos que no son compatibles con la violencia de género y el movimiento de mujeres, siendo cómplice y revictimizante.
El área de la Mujer a nivel local tiene muchas coincidencias con el Ministerio de las Mujeres: una cúpula de funcionarixs incapacitadxs en el rol que se espera que desarrollen y que, no menor, responden a intereses machistas. ¿Por qué esto último? Por el área de masculinidades. Si no pueden dar contención a una sobreviviente, ¿cómo pretenden abordar la violencia en potenciales femicidas?, ¿cómo no se destina esta área primero a educar a los funcionarios y empleados estatales, a destituir y repudiar a los violentos que son parte de las diferentes instituciones locales? Parece ser una burla a todas las sobrevivientes de violencia de género.
“Pero no fue a denunciar” escuchamos con frecuencia, y creo que ese es el punto de partida para visibilizar la desidia estatal. ¿Por qué las mujeres no van a denunciar cuando sufren cualquier acto de violencia de género? La respuesta es muy sencilla, porque el estado las abandona, revictimiza y expone.
Cuando una mujer va a realizar una denuncia por violencia de género ya sea en comisaría o fiscalía se tienen que cumplir sus derechos, algunos de ellos son:
- La mujer tiene derecho a recibir asistencia, al trato con respeto y protección.
- Tiene derecho a ir acompañada e ingresar con alguien que considere de su confianza cuando presta declaración. Tiene derecho a que la protejan y que protejan a su hogar y a sus hijos.
Sabemos que muchas instituciones vulneran este derecho.
- La mujer tiene derecho a acceder gratuitamente a la justicia, a ser informada sobre qué hacer si la agreden, adónde ir para recibir ayuda y también a ser informada sobre el proceso judicial.
- Tiene derecho a recibir dinero por los daños que sufrió y al Seguro de Capacitación y Empleo.
En caso de tener hijos, en la denuncia tiene que aclarar que ellos están en riesgo también.
- En la comisaría/fiscalía tienen que leer o dejarle leer la denuncia y si hay algo que no coincide con su relato, la denunciante puede modificar la declaración escrita hasta estar de acuerdo.
- La denunciante tiene derecho a recibir una copia de su denuncia.
- Deben brindarle asistencia psicológica, legal y económica, articular entre las áreas correspondientes a la situación.
- Si la mujer no tiene adonde ir, se debe habilitar el hogar que el Área de la Mujer posee, actualmente cerrado. En Chacabuco derivan a un «refugio» (que es un lugar que les sobraba, donde metieron camas) inadecuado e inadaptado para la convivencia y el acompañamiento en casos de violencia, tanto para las mujeres como para los niños.
- Es importante que las mujeres sepan que tienen derecho a que el juez obligue al agresor a irse de la casa donde viven y le ofrezca a la mujer un botón antipánico.
- Que le prohíba al agresor acercarse y a devolver las cosas que haya sacado.
- Que prohíba al agresor tener o comprar armas y a entregarlas.
- Que fije una cuota alimentaria para lxs hijxs.
Ahora bien, en la teoría es muy seguro y feminista todo lo que mencioné pero en la realidad no accionan. El Área de la Mujer, es decir su responsable, no tiene la capacidad de atender casos. Fiscalía no acompaña con la información judicial, muchas causas quedan archivadas.
Servicio Local y Desarrollo Social no tienen buen manejo conteniendo y acompañando a los niños y jóvenes.
No se sabe qué presupuesto manejan, porque esta gestión es eficaz en esconderlos.
Entonces pido que abran los libros, expliquen en qué se fue gastando el presupuesto todos estos años, porque en políticas de género claramente no.
Días atrás la Oficina de Tránsito junto al secretario de seguridad incorporaron a un violento denunciado con perimetral a trabajar. Revictimización a la víctima desde el propio Estado. Y sabemos que no es la primera vez, y lamentablemente que tampoco será la última. A pesar de las denuncias, Aiola lo sigue manteniendo en el cargo.
En conclusión, muchas mujeres y disidencias estamos sufriendo violencia constantemente.
Es violencia cuando en una marcha de justicia por un femicidio, al secretario de seguridad se le ocurre pedir “apoyo” de infantería a Junín.
Es violento tener un refugio sin custodia en la puerta, y en un lugar que les sobró.
Es violento que seamos las mujeres quienes tengamos que estar presas en nuestras casas porque ni la policía ni ningún estamento es capaz de poner a los violentos presos.
Es violento que cuando vamos a decir que nuestro acosador no cumplió la perimetral, nos manden a la Iglesia.
Es violento el sistema capitalista que defienden con uñas y dientes todos los niveles del Estado: ni el Ministerio de Mujeres, ni el Área de la Mujer sirven con funcionarias incapaces de crear políticas que resguarden integralmente a las mujeres y a sus hijes.
Por eso creo necesario crear un Consejo Autónomo de Mujeres con cargos electos y revocables por el propio movimiento de mujeres. Que seamos nosotras quienes decidamos a dónde tiene que ir el presupuesto.
Que las capacitaciones con la Ley Micaela no sean dadas por lxs propixs funcionarixs machistas, sino por personal especializado, profesional y actualizado.
Llamo a la comunidad de Chacabuco a reflexionar: vemos constantemente noticias sobre mujeres que fueron acosadas en las calles de nuestra ciudad, a cualquier hora en cualquier lugar. Ya vamos por el quinto femicidio.
Necesitamos empezar a ver estas cuestiones como una emergencia: nos están matando y nadie hace nada.
Hagámonos cargo como sociedad, acompañemos a visibilizar, a marchar, a pedir justicia por cada mujer que no está, por las que sufren violencia y por cada adolescente que camina con miedo.
Por el fin de toda opresión contra la mujer y las disidencias. El estado falla por su carácter de clase, seamos nosotras quienes decidamos y tomemos las riendas.
Queremos una generación con derechos garantizados y libre, sin miedo.
Justicia por todas las mujeres víctimas de Violencia de género.
EL ESTADO ES RESPONSABLE.